Nombre: Rafael Oliete Sanz
Edad: 68 años
Profesión: Jubilado
Ubicación: Valencia
Desde hace 20 años vértigos ocasionales, muy intensos durante años (1 - 2 veces al año) en momentos de tensión y de descanso, tanto de pie (nadando, a la hora de las comidas, en días de verano con temperaturas muy altas y con cambios bruscos) como tumbado. En varias ocasiones en reuniones y celebraciones familiares y con amigos me desvanecía cayendo al suelo, pensando que podía ser una bajada de tensión.
En todas las ocasiones atendido por el servicio de urgencias tanto de mi ciudad como, en varias ocasiones, fuera de ella (Alicante, Barcelona, Badajoz, Castellón) donde en todas ellas se realizó una exploración en profundidad, T.A.C. incluido. En todo el trato por parte del equipo de urgencias de los hospitales de la Seguridad Social fue excelente y las pruebas rigurosísimas.
En una visita por una caries durante un mes de agosto en el año 2009 el Dr. Isidro Ferrer me explicó el estudio al que se habían incorporado los hermanos Ferrer Torregrosa. A partir de mi respuesta afirmativa a sus preguntas de si padecía vértigos, síntomas y consecuencias me habló de las patologías que estaban o podían estar relacionadas con mis síntomas y me puse en sus manos.
Después de la exploración que hacen a todos los pacientes con síntomas, detectaron que tenía tres de las patologías que se tratan en la clínica y me explicaron que el diagnostico de las patologías eran: CAT (Compromiso articular temporomandibular), SMT (Síndrome del músculo temporal) y ATM (Dolor de la articulación temporomandibular).
Desde el primer día el Dr. Isidro Ferrer me explicó el protocolo del tratamiento que debía de seguir. Lo primero y más importante las posturas, dormir y hacer la siesta tumbado hacia arriba ,ver la televisión sin tumbarme en el sillón, no morderme las uñas, que desde pequeño me las mordia ...
El segundo paso me explicó que consistiría en ajustarme la mordida, hacerme un equilibrado oclusal, pues cerraba en dos posiciones y esto me hacía desplazar la mandíbula hacia delante haciéndole daño al músculo temporal. El siguiente paso sería ponerme una aparatología que no hizo falta pues desde el primer día del tratamiento noté mejoría en el malestar general .
La evolución fue plenamente satisfactoria. Mi estado actual es plenamente satisfactorio. En el transcurso de estos años con el seguimiento del tratamiento, consejos recibidos y un acatamiento riguroso a las recomendaciones recibidas no se han vuelto a dar, en ningún momento, los síntomas de vértigos y profundo malestar que viví antes del tratamiento.
Gracias.